Publicado hace 9 años por Mister.Lee a noticiasdelaciencia.com

Investigadores de la Universidad de Alcalá y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), en España, han analizado en dos trabajos la función de la coloración roja de los ejemplares jóvenes de lagartija colirroja, Acanthodactylus erythrurus, y han comprobado que se trata de un señuelo para que los depredadores no ataquen partes vitales de su anatomía, así como para reducir la agresividad de los adultos de su misma especie.