La industria alimentaria utiliza algunas estrategias vinculadas a nuestro cerebro y a la evolución de la comida para derrotar a nuestro sistema de control de saciedad...
Tengo ganas de ver a los defensores del libre mercado, diciendo que cada uno es mayorcito para saber lo que le conviene, o para ver si hablan de la mano invisible del apetito y el gusto, que hace que nos apetezca comer lo que más necesitamos.
El ser humano no está hecho con un "diseño inteligente", sus apetitos (en el sentido más amplio) no llevan necesariamente a nada bueno, ni tampoco lo hace la cultura ni la sobrestimada racionalidad individual. Por eso hay que regular los mercados, por ejemplo en el caso de los alimentos se pone a menudo la cantidad diaria recomendada que supone en cuanto a grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcares, etc. Para hacerlo más accesible, se propone también un código de colores que en algunos países es obligatorio y en España debería serlo también. Sería deseable que no fueran necesarios estos códigos de colores, que la educación fuese universal y de calidad, pero hasta que lo sea, es sólo poner colores en función del porcentaje, es algo realmente mínimo que puede ser muy útil.
También es algo que debería indicarse en los restaurantes, especialmente en los de comida rápida. Hay cadenas de restaurantes que están perjudicando la salud de la gente a cambio de aumentar su margen de beneficios, realmente lo que correspondería sería cerrar esos restaurantes, pero desde una posición moderada, ¿qué menos que requerir que informen de lo que lleva la comida que sirven? No hablo de que publiquen la receta, sino simplemente que indiquen el porcentaje de cantidad diaria recomendada de grupos básicos de nutrientes como hacen tantos alimentos que podemos comprar en el supermercado.
Es muy simple, regular para velar por la salud pública que puede verse (y se ve) afectada por empresarios sin escrúpulos que sólo buscan aumentar sus márgenes de beneficios, aunque sea sirviendo comida que puede matar a sus clientes.
Desde el punto de vista de la administración pública, unos buenos gestores sabrían que es más caro atender los problemas de salud derivados de todo esto que solucionar el problema antes. Aunque los que más presumen de ser buenos gestores tal vez prefieran privatizar la atención sanitaria y llevarse una comisión en B, que dependerá del gasto, así que cuanto más gasto, peor para las arcas públicas y mejor para sus bolsillos. Pero bueno, eso ya es otra cosa.
PS: Sí, estoy hablando de McDonald's y Burguer King, pero no sólo de ellos.
Comentarios
Vender, Opeles y Corsas.
Tengo ganas de ver a los defensores del libre mercado, diciendo que cada uno es mayorcito para saber lo que le conviene, o para ver si hablan de la mano invisible del apetito y el gusto, que hace que nos apetezca comer lo que más necesitamos.
El ser humano no está hecho con un "diseño inteligente", sus apetitos (en el sentido más amplio) no llevan necesariamente a nada bueno, ni tampoco lo hace la cultura ni la sobrestimada racionalidad individual. Por eso hay que regular los mercados, por ejemplo en el caso de los alimentos se pone a menudo la cantidad diaria recomendada que supone en cuanto a grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcares, etc. Para hacerlo más accesible, se propone también un código de colores que en algunos países es obligatorio y en España debería serlo también. Sería deseable que no fueran necesarios estos códigos de colores, que la educación fuese universal y de calidad, pero hasta que lo sea, es sólo poner colores en función del porcentaje, es algo realmente mínimo que puede ser muy útil.
También es algo que debería indicarse en los restaurantes, especialmente en los de comida rápida. Hay cadenas de restaurantes que están perjudicando la salud de la gente a cambio de aumentar su margen de beneficios, realmente lo que correspondería sería cerrar esos restaurantes, pero desde una posición moderada, ¿qué menos que requerir que informen de lo que lleva la comida que sirven? No hablo de que publiquen la receta, sino simplemente que indiquen el porcentaje de cantidad diaria recomendada de grupos básicos de nutrientes como hacen tantos alimentos que podemos comprar en el supermercado.
Es muy simple, regular para velar por la salud pública que puede verse (y se ve) afectada por empresarios sin escrúpulos que sólo buscan aumentar sus márgenes de beneficios, aunque sea sirviendo comida que puede matar a sus clientes.
Desde el punto de vista de la administración pública, unos buenos gestores sabrían que es más caro atender los problemas de salud derivados de todo esto que solucionar el problema antes. Aunque los que más presumen de ser buenos gestores tal vez prefieran privatizar la atención sanitaria y llevarse una comisión en B, que dependerá del gasto, así que cuanto más gasto, peor para las arcas públicas y mejor para sus bolsillos. Pero bueno, eso ya es otra cosa.
PS: Sí, estoy hablando de McDonald's y Burguer King, pero no sólo de ellos.