Hace 3 años | Por --607838-- a bbc.com
Publicado hace 3 años por --607838-- a bbc.com

El mundo de hace un milenio era, por supuesto, muy diferente al nuestro. El transporte implicaba caminar, ir montado en un animal, navegar o remar. La comunicación era lenta. Pero, aunque no había fábricas que produjeran productos con máquinas motorizadas, la fabricación en masa era mucho más frecuente de lo que podríamos imaginar. En China podían producir varios miles de vasijas de cerámica en una sola cocción en hornos alimentados con madera o, a veces, carbón o coque. Con una población total de 100 millones, o el 40% de la población mundial.

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Si enfocas tu mirada solo en el Atlántico medio, entonces, por supuesto, 1492 parece marcar el comienzo del contacto de Europa con otras partes del mundo. Pero una visión global revela que tales contactos comenzaron mucho antes, de hecho, alrededor del año 1000.

No se puede poner una fecha a eso, porque de la misma manera podríamos hablar de la ruta de la seda muchos siglos antes. De los contactos comerciales de roma y china a través de intermediarios de la india o persia. O nos podemos ir a la propia prehistoria cuando algunos pueblos del cáucaso o de la zona de anatolia penetraron en europa dándo un vuelco a su cultura y a sus lenguas. O aquellos nómadas que traspasaron Bering y colonizaron el contiente americano... Una cosa son los contactos, principalmente dentro de eurasia, y otro el mundo globalizado que tiene dos fases, la que se inicia con la expasión europea de finales del siglo XV, y la reciente, la de finales del siglo XX.

Antes del auge del poder económico y político europeo, que comenzó con la era de las Cruzadas, alrededor de 1100, el continente estaba muy por detrás del mundo islámico y China en términos de conocimiento, influencia y comercio.

Depende con qué comparemos. Si comparamos a Córdoba o a Egipto o a Damasco con el reino de Aragón o con el reino escocés, pues evidentemente estaban culturalmente infinitamente más desarrollados en aquellos años, sobre todo por su herencia grecorromana. Si comparamos a Bizancio con el magreb de los almorávides o con las estepas cumanas, debo discrepar y afirmar rotundamente que el desarrollo en Constantinopla era mucho mayor.