La producción de películas live-action tal como la conocemos [...] permanece cerrada entre dolores de cabeza por averiguar cómo poder retomarla. [...] Pese a que los estudios como Pixar en Emeryville y Dreamworks en Glendale albergan a sus animadores bajo un solo techo, lo cierto es que la mayoría de las películas de animación se hacen remotamente, con varios equipos de trabajo a lo largo del globo. Cuando llegó el Covid-19, muchos empleados de animación se llevaron sus ordenadores y sistemas de edición y sonido a sus casas.
Comentarios
Hay que recordar que los personajes animados no son ni portadores ni sufren la infección.
Creo que deberían plantearse reconvertir algunas películas de suspense, drama, terror, acción... de nivel en cine de animación, usando su lenguaje en su favor sin infantilizar el tono de la película lo más mínimo. Es lo que pasó con Perfect Blue, iba a ser una película live-action pero el terremoto de Kobe dañó el estudio, así que los productores le pasaron el proyecto a Madhouse y Satoshi Kon. Y lo que habría sido posiblemente un thriller de sobremesa más se convirtió en una de las películas más renovadoras e influyentes del género. En Occidente en general o España en particular algo así marcaría un antes y un después en la historia de la animación.