Hace 8 años | Por Redmag a culturamas.es
Publicado hace 8 años por Redmag a culturamas.es

Cada uno de aquellos deseos placenteros con los que “Ello” necesitaba satisfacerse no llegaba más allá de la imagen reflejada que aparecía en el fondo de su pensamiento. Parecían visibles en alguna parte si los miraba de frente, pero el resultado final estaba muy alejado de lo que su libido realmente deseaba alcanzar; así pues se quedarían rezagados al fin de todo, entre cuatro maderas en forma de marco y un espejo de cordura.