El arte, ese mundo lleno de sinvergüenzas. Un truño. La iluminación es completamente amateur, los ajustes de la cámara están elegidos con el sobaco y no hay movimiento. Y si no debe haberlo, el estaticismo es completamente forzado. De las fotos en sí, un ñordo.
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El arte, ese mundo lleno de sinvergüenzas.
Un truño. La iluminación es completamente amateur, los ajustes de la cámara están elegidos con el sobaco y no hay movimiento. Y si no debe haberlo, el estaticismo es completamente forzado.
De las fotos en sí, un ñordo.