Durante años, las obras de los grandes hombres de letras de Rusia, (Tolstoi, Dostoievski, Tchekhov, Goncharov, Turgenev), no estuvieron al alcance de los lectores anglófonos. Es decir, hasta que una pálida, enfermiza, despreocupada madre británica decidió traducirlos, no pudieron leerlos. Su nombre es Constance Garnett y un buen día cogió un diccionario y comenzó a traducir a los maestros rusos a su lengua materna.
Comentarios
Desbloqueó por tradujo. Pues muy bien.
#1 ha conseguido desbloquear un logro
#1 Tenían DRM y la tía los crackeó