Como se describe en un estudio publicado recientemente en la revista Parasites & Vectors , Abong'o y sus colegas desarrollaron una trampa que reúne a todos los señuelos para mosquitos. Comienza con un recipiente grande para simular el contorno de un animal. En su interior se calienta el agua, para simular el calor corporal. El olor y el dióxido de carbono provienen de poner el cebo, un humano o una vaca, en una tienda cerrada cercana, conectada a la trampa por un tubo.
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¿Tienes una vaca a mano? ¿Si, no? Pues ya puedes tirar tú vieja e incomoda pala mata mosquitos.