La nueva edición de Cátedra atribuye finalmente a Claramonte el Burlador de Sevilla, con el nombre de autor en portada, y en contraportada expresa la opinión de su consejo editorial: “aclara el prolongado debate acerca de la autoría, que tras una reciente serie de estudios basados en análisis objetivos y nuevas metodologías contrastables, apunta sin lugar a dudas al actor y dramaturgo Andrés de Claramonte, contemporáneo de otros autores de renombre como Tirso de Molina o Lope de Vega, a quienes largamente se han atribuido varias de sus o
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Recordemos que el único fundamento para atribuir la obra a Tirso de Molina es una edición pirata hecha en Sevilla con pie de imprenta falso.
La edición de la que hablo es un volumen facticio de doce comedias, en cuya portada dice que fue impreso en Barcelona en 1630 por Jerónimo Margarit, cuando la realidad es que fue impreso en Sevilla en 1629 por Lyra y Sande para Simón Faxardo.
No hay nada más para afirmar que el Burlador fuera cosa de Tirso, ni el léxico, ni la métrica, ni Tirso dijo haberla escrito, ni la cronología apoya que escribiese tal obra, que de hecho tampoco es una obra, sino una reconstrucción de "Tan largo me lo fiáis" a partir de los textos de 5 o 6 de los actores de la compañía de Claramonte después de su muerte.
#1 He llegado a leer que se trata de un cuento antiguo muy anterior a Tirso de Molina. Si es así pudo haber habido varias adaptaciones de distintos autores y compañías.
#FreeAssange
#2 Historias de grandes seductores las ha habido siempre, pero esta es distinta a varios niveles.
Para empezar, porque el burlador no busca el placer por el placer, su verdadero divertimento está en destruir la honra de los demás, y es esto lo que le acaba costando la vida, además de la condenación eterna. El seducir a mujeres lo hace por acabar con la honra de sus maridos, que es lo que a él le da auténtica vida. En un intento de destruir otro honor, tira de la barba a la estatua fúnebre del comendador Gonzalo de Ulloa y la invita a cenar a su casa. Lo que no creía don Juan Tenorio el joven es que el comendador fuera a aceptar la invitación y devolvérsela.
El Burlador es una reconstrucción como buenamente se pudo del texto de Tan largo me lo fiáis, obra representada en la temporada teatral 1616-17 como comedia nueva, o sea como estreno. Esta obra es la que tiene el texto correcto y completo, mientras que El burlador tiene un texto incompleto y alterado.
La obra Tan largo me lo fiáis tiene además una base anterior que no es un cuento popular antiguo, sino la obra Deste agua no beberé, con la que además comparte algún que otro parlamento que el autor reutilizó de la una en la otra porque le había quedado extraordinario.
Lo del cuento muy antiguo y el protoarquetipo perdido quien lo afirma es Ignacio Arellano para no admitir la prioridad textual de Tan largo me lo fiáis, y para no admitir que Tirso no escribió el Burlador de Sevilla ni nada que se le pareciera.
Las adaptaciones varias no surgen sino a partir ya del Burlador y la popularidad que alcanzó (representaciones en Nápoles en 1625 y 1626, registradas con el título Il convitato di pietra). Después del Burlador aparecen obras como No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, de Antonio de Zamora; La venganza en el sepulcro, de Alonso de Córdova; Don Juan ou le festin de Pierre, de Molière; Don Giovanni, de Mozart con libreto de Lorenzo da Ponte basado en Antonio de Zamora, etc etc.
Recientemente se pasó una tesis en Valencia en la cual quedaba claro que no sólo el Burlador de Sevilla es de Claramonte (con 100% de certeza), sino que La Estrella de Sevilla también lo es (certeza del 100%), y El condenado por desconfiado también aunque con menos certeza (83%).
Aquí dejo la tesis en cuestión.
https://roderic.uv.es/handle/10550/79924
#3 No hablo de historias de seductores, sino de la historias muy parecidas a las de don Juan, que se entremezclan. Se habla de la mezcla de distintas historias de seductores, con las de otras que se enfrentan a la muerte aceptando una cena con muertos aparecidos (convidado de Piedra, etc. ).
Hablas de una sola tesis, pero hay muchísimas y todas muy distintas y bien argumentadas. Y por cierto la que citas no es la única. Hacer una afirmación como: "El Burlador es una reconstrucción como buenamente se pudo del texto de Tan largo me lo fiáis," no es algo cierto, ya que es una de las hipótesis pero no la única.
Es muy difícil hablar de autoría en un momento en el que la autoría no significaba tanto como ahora, hasta incluso después del Renacimiento había autores que preferían permanecer anónimos o utilizaban pseudónimos para escapar de la persecución. Y no no estoy hablando de las adaptaciones posteriores, sino del origen de don Juan como mito popular y como obra literaria.
#FreeAssange
#5 La tesis de Nàdia Revenga no es la única pero sí es la más reciente y que usa métodos objetivos, en concreto se basa en análisis estilométricos, que son coincidentes por cierto con los que maneja el proyecto ETSO dirigido por Germán Vega García-Luengos.
Germán, por cierto, estaba en el tribunal de la tesis de Nàdia y apuntó que a estas alturas sostener cualquier cosa que no sea la atribución a Claramonte tanto del Burlador como del Tan largo, La Estrella, y el Condenado por desconfiado es ir contra la realidad. De hecho decía que por los análisis de ETSO, que clasifican las obras por cercanía en función de los perfiles métricos (porcentaje y tipos de estrofas) y léxicos, las 15 obras más cercanas a El Burlador son de Claramonte.
Que el Burlador es una mala reconstrucción de Tan largo no la única hipótesis, pero sí es la más completa habida cuenta de que Tan largo es anterior, las variaciones textuales de El Burlador presentan errores ausentes en Tan largo, y las grandes ausencias de versos del Burlador que no faltan en Tan largo.
La autoría de las obras en el siglo XVII era importante para los escritores, por eso solicitaban privilegios de impresión, interponían denuncias contra impresores piratas, hacían volúmenes recopilatorios, etc.
#6 Pero es que no son los únicos que citas los que tienen otras teorías. Y te repito afirmar que una hipótesis es la verdadera no es ni muy científico ni desde luego muy inteligente, porque puede crear prejuicios a la hora de analizar otras o nuevos descubrimientos/vías de investigación.
Al final llega un momento en que alguien encuentra lo que quiere encontrar y no lo que realmente hay de cierto. Y después además está el caso de que es mucho más difícil de documentar las tradiciones orales que las escritas. Si don Juan se basa en cuentos, las teorías no van a ser tan completas precisamente porque son tradiciones orales, no porque las hipótesis sean menos ciertas.
La autoría en el siglo XVII no era ni la mitad de importante de lo que es hoy. La primera ley de derechos de autor fue en Inglaterra en el siglo XVIII (es decir un siglo después) y fue revolucionaria. Y en España fue muy posterior, antes de eso demostrar tu autoría era prácticamente imposible, sobre todo si no tenías dinero e influencias para pagar el pleito, por favor si vas a hacer un juicio semejante, no pierdas la perspectiva histórica.
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Está claro que don Juan está originalmente escrito por una mujer a la que se ha ninguneado.
#4 Hazte así en la boca, que aún te queda un poco de gracia
#4: Claro, por eso se convirtió en fantasma, porque fue fantasmeado.
Estaba Don Juan Tenorio en la punta de un pino, arrascándose el…
El burlador de castilla
¿Serías tan amables de contarnos cuáles son esas otras teorías? También me interesaría saber, si pudieras, cómo se compadecen las teorías con el hecho de que los análisis estilísticos afirmen con seguridad que la obra es de Claramonte y con el hecho de que Tirso de Molina nunca dijese que había escrito Don Juan. Muchas gracias.
pero esto que es, aquí se viene a subir noticias del PP, PPéame, ese gran partido resistente a la ilegalización
Lo siento pero tengo que votar el envío como irrelevante porque no tiene nada que ver con la crisis del PP
Suerte con el envío, hoy es un día complicado.
Hasta que no apliquen ambas metodologías a César Vidal no se pueden considerar suficientemente contrastadas.