Publicado hace 5 años por ElLocoDelMolino a elconfidencial.com

Aterrorizaba a los indios y con razón. Cuentan que Leoncico, el célebre perro de Núñez de Balboa, valía en las batallas por dos de sus soldados y que en una de ellas, en Cuareca, comandó la jauría de voraces lebreles y alanos que despedazaron a nada menos cincuenta indígenas de los seiscientos que fueron liquidados aquel día. Los perros de los conquistadores españoles fueron cruciales en la conquista de América, bastante más, al principio, que los caballos, escasos y difíciles de transportar, y actuaran como feroces y fieles soldados.

Comentarios

ElLocoDelMolino

el perro de Núñez de Balboa se llamaba Leoncico

skaworld

#1 Leer Leoncio y sentirte viejo

ElLocoDelMolino

#2 Leoncico no Leoncio, era navarro

D

#3

Tenía dos perros. Leoncico y Tristonico.

leporcine

#2 me dan ganas de llorar como una hiena.

Arzak_

Leoncico el perro de Vasco Nuñez de Balboa que destrozaba indígenas pecadores a los ojos de la iglesia católica:

"Ha de entender el lector que aperrear es hacer que perros le comiesen o matasen, despedazando
el indio”.28 En dicha obra Lascasiana aparecen diversas referencias
de aperreamientos al hablar de la isla Española, Jamaica, Nicaragua, Guatemala,
Panuco y Xalisco, Yucatán, Perú y el Nuevo reino de Granada.29 Enseñados
a ser crueles con el enemigo indio, a cebarse en ellos, “con el ejercicio de
la guerra y despedazar indios se hacían bravos como unos tigres”,30 la represión
canina fue particularmente utilizada para acabar entre otras con la sodomía, la
homosexualidad o el bestialismo, prácticas que siempre fueron vistas como graves
perversiones de una rígida moral católica que se buscaba imponer a toda
costa. A Leoncico por ejemplo, lo especializaron en aperrear sodomitas lujuriosos,
como los 40 o 50 putos que se encontraron en la provincia panameña del
cacique Cuareca y que Balboa, ejerciendo de juez y ejecutor, mandó aperrear y
luego quemar para que no quedara rastro de su abominable y sucio pecado: “La
casa de este encontró Vasco llena de nefanda voluptuosidad: halló al hermano
del cacique en traje de mujer, y a otros muchos acicalados y, según testimonio
de los vecinos, dispuestos a usos licenciosos. Entonces mandó echarles los
perros, que destrozaron a unos cuarenta”.

Documento fuente:
http://www.raco.cat/index.php/boletinamericanista/article/viewFile/99430/160118