Hace 3 años | Por --564530-- a siue.edu
Publicado hace 3 años por --564530-- a siue.edu

Esta brecha generacional es habitual en la historia soviética, también en cómo Shostakovich fue (mal)entendido por los jóvenes compositores cuyas carreras empezaron tras el 2º "deshielo" en 1956. Lo supieran o no, la generación post-1956 se enfrentaba a una situación mucho menos seria que Shostakovich y sus colegas durante el reinado de Stalin. A lo sumo, fueron despreciados, aburridos, importunados, restringidos [...] Ellos nunca fueron torturados, exiliados, enviados a un gulag o ejecutados. Ninguno de ellos fue combado por años de miedo.

Comentarios

Idomeneo

#0 Eres muy valiente al enviar esto. Creo que Schnittke no es muy conocido entre el público general, aunque para mí es como el Magnus Carlsen de la música clásica (sí, todo un trol), y uno de los grandes de todos los tiempos. Pongo un ejemplo de troleada: el segundo movimiento (Toccata) del Concerto Grosso nº1. Tengo curiosidad por saber qué le parece esto a alguien a quien le guste la música clásica así "en general" sin ser muy aficionado:

D

#1 Schnittke decía que lo que más le gustaba era plasmar un acorde hermoso y oxidarlo y creo que eso resume bastante obras como ésta. Realmente creo que hay en parte influencia de Shostakovich, muchos de sus movimientos en principio amables tienen desarrollos turbulentos que distorsionan la melodía principal sacándole facetas oscuras que no parecía tener. Y muchos compositores de la siguiente generación versionaron eso de diferentes maneras.

Mientras que por ejemplo Tischenko tiraba más de esquemas a fuego lento, tipo 1) Pastoral burlona - 2) Distorsión en crescendo - 3) Climax grotesco monumental - 4) Descomposición acelerada - 5) regreso de la pastoral como si no hubiera pasado nada y silencio repentino, como aquí:

en Schnittke suele ser un proceso constante y acelerado, como una marea, y partiendo a menudo de melodías de tipo clasicista o popular. Y su fórmula tuvo más tirón en Occidente cuando ambos se dieron a conocer a finales de los 80, aunque para entonces ya no escribía así, a raíz de sus problemas de salud su música se fue volviendo más sombría y abstracta, y sus últimas obras son menos conocidas.

De todas formas el primer movimiento de la última sinfonía de Shostakovich me parece que le tiene un aire al poliestilismo de Schnittke:
Parte de una música infantil y la distorsiona sin contemplaciones, pero no gradualmente sino oscilando entre uno y otro registro. Sumado a la percusión misteriosa y la cita de la obertura de Guillermo Tell que cada vez que aparece cambia el caracter de la música y a menudo de forma engañosa (por ejemplo en 3:58 frena en seco un desarrollo turbulento pero el alegre solo de violín que le responde desemboca en un canon siniestro que le quita toda la candidez a la música de golpe) el efecto es un poco surrealista.