A pesar de su superioridad, La República no tuvo la adhesión de todos los pilotos militares. 175 aviadores que contaban con una gran experiencia aeronáutica se sumaron a los golpistas. Resulta llamativo que a primeros de julio de 1936, un número muy importante de oficiales de aviación solicitaron disfrutar de vacaciones fuera de España. A todos se les concedió para Portugal, Francia, Italia, suiza, Alemania, en distintos puntos de Europa exceptuando Rusia. Curiosamente casi todos se unieron a la rebelión.
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"Rafaél Martínez Esteve nombrado Comandante Jefe de la 2ª Escuadra Aérea de la Base de Tablada en Sevilla, donde le sorprendió el comienzo de la Guerra Civil, se resistió a los militares alzados de Sevilla que intentaban deponerlo. El gobernador civil Varela, le pidió que bombardease a los sublevados.
Su destitución como Jefe de la Base de Tablada lo fue por negarse a bombardear los barrios de Sevilla donde el genocida Gonzalo Queipo de Llano conocido como el “virrey de Andalucía” escondió cobardemente a las tropas sublevadas entre la población civil. El día 19, el gobierno civil y el cuartel de la Guardia de asalto se rindió y él, desmoralizado también lo hizo.
Arrestado por los golpistas, es condenado a muerte, siéndole la pena conmutada por 30 años de reclusión mayor, y finalmente conmutada a 20 años de reclusión mayor"