El más prolífico productor en la historia de la televisión, Aaron Spelling, dominó la industria de una manera que ningún productor actual podría posiblemente hacer. Puso en marcha más de 200 series de televisión y películas, programas que definieron el medio. Hijo de inmigrantes judíos, su sentido de la ostentación y el glamour lo trasladó a series como 'Los ángeles de Charlie', 'Vacaciones en el mar', o 'Dinastía'. Familiares, colegas y amigos lo recuerdan.
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Su peor fechoría, aparte de "Sensación de vivir" y otras muchas series mierdosas, fue intentar colocarnos como actriz a su hija Tori Spelling.