El 9 de marzo de 1842 se estrenaba en la Scala de Milán el primer éxito multitudinario de Giuseppe Verdi, a los 26 años: Nabucco. Pero la trastienda de este evento era mucho más relevante que el escaparate. Nabucco significó el rescate de un Verdi deprimido y resuelto a abandonar la composición para siempre y regresar a su puesto de músico, en la iglesia de Busseto, su lugar de origen.
A mí en momentos de debacle siempre me ha ayudado escucharlo por lo que cuenta el artículo. Es un himno de pérdida y recogimiento pero también de esperanza y redención. 20 años después del estreno, cuando Italia se reunificó, lo consideraron como himno nacional pero acabaron descartándolo al no tener una letra heroica sino más bien elegíaca, y eso no puede ser en un himno nacional que debe proclamar que nuestras tierras son las más verdes, nuestras mujeres las más hermosas y nuestros hombres los más valientes. Además, es una obra de complejidad técnica elevada que suena muy bonita cuando la canta un coro profesional de una ópera como la de Nueva York pero que sería horrible si la cantara una caterva de italianos borrachos en un partido de fútbol y este tipo de eventos en los que se suele canturrear el himno.
#5:
#2 Gracias por el aporte. ¿Se te puede votar 2 veces?....
A mí en momentos de debacle siempre me ha ayudado escucharlo por lo que cuenta el artículo. Es un himno de pérdida y recogimiento pero también de esperanza y redención. 20 años después del estreno, cuando Italia se reunificó, lo consideraron como himno nacional pero acabaron descartándolo al no tener una letra heroica sino más bien elegíaca, y eso no puede ser en un himno nacional que debe proclamar que nuestras tierras son las más verdes, nuestras mujeres las más hermosas y nuestros hombres los más valientes. Además, es una obra de complejidad técnica elevada que suena muy bonita cuando la canta un coro profesional de una ópera como la de Nueva York pero que sería horrible si la cantara una caterva de italianos borrachos en un partido de fútbol y este tipo de eventos en los que se suele canturrear el himno.
Hay una película para televisión sobre la vida de Verdi que está bastante bien y cuenta estos hechos. Creo que sigue en Youtube de manera abierta, te cuenta la vida del maestro.
Como humilde músico es indescriptible lo que se siente, tanto al escuchar como al interpretar a tan excelso maestro. De tanta emoción me pongo a llorar, me pasa con todos prácticamente. El Requiem de Mozart por ejemplo no puedo oirlo, me engancho a llorar y no paro. Por tanto, comprendo que para los italianos sea un auténtico Dios. Por cierto, hubo un tiempo que se pusieron de moda los flashmob, hay algunos por ahí que se te encoje el corazón.
Como coralista he tenido la oportunidad de interpretar a Verdi varias veces. Por supuesto, el coro de "Nabucco" me lo sé de memoria, incluso las voces que no son la mía.
No tengo nada que objetar a la música, pero sí a la letra. Mejor dicho: al acoplamiento entre música y letra. Muchas veces se meten las sílabas con calzador y se trastoca el acento propio del texto en favor de la música; queda un poco "paleto", al menos desde un punto de vista moderno porque supongo que en la época era natural hacer así las cosas. Igual que algún siglo antes se recreaban con las "coloraturas", que dificultaban aún más la comprensión del texto.
En fin, algo que de oyente se te pasa por alto (entre otras cosas, por no saber italiano) cuando te lo tienes que aprender te llama la atención, con toda la fama y prestigio que tienen esas óperas de Verdi. Yo pensaba que estaban mejor hilvanadas.
Comentarios
Os recomiendo a todos el Va Pensiero:
A mí en momentos de debacle siempre me ha ayudado escucharlo por lo que cuenta el artículo. Es un himno de pérdida y recogimiento pero también de esperanza y redención. 20 años después del estreno, cuando Italia se reunificó, lo consideraron como himno nacional pero acabaron descartándolo al no tener una letra heroica sino más bien elegíaca, y eso no puede ser en un himno nacional que debe proclamar que nuestras tierras son las más verdes, nuestras mujeres las más hermosas y nuestros hombres los más valientes. Además, es una obra de complejidad técnica elevada que suena muy bonita cuando la canta un coro profesional de una ópera como la de Nueva York pero que sería horrible si la cantara una caterva de italianos borrachos en un partido de fútbol y este tipo de eventos en los que se suele canturrear el himno.
#2 por eso me gusta que España no tenga letra en su himno. No me muero de vergüenza ajena al escucharla.
#4 Pues la charanga de bombo y platillo de la marcha de granaderos es como mear y no echar gota
#7 imagínalo con letra
#2 Gracias por el aporte. ¿Se te puede votar 2 veces?....
Hay una película para televisión sobre la vida de Verdi que está bastante bien y cuenta estos hechos. Creo que sigue en Youtube de manera abierta, te cuenta la vida del maestro.
#1 En YouTube sigue.
Parte 1
Parte 2
#1 Antes también estaba en Filmin, algo mejor de calidad, no sé si seguirá disponible.
Como humilde músico es indescriptible lo que se siente, tanto al escuchar como al interpretar a tan excelso maestro. De tanta emoción me pongo a llorar, me pasa con todos prácticamente. El Requiem de Mozart por ejemplo no puedo oirlo, me engancho a llorar y no paro. Por tanto, comprendo que para los italianos sea un auténtico Dios. Por cierto, hubo un tiempo que se pusieron de moda los flashmob, hay algunos por ahí que se te encoje el corazón.
Como coralista he tenido la oportunidad de interpretar a Verdi varias veces. Por supuesto, el coro de "Nabucco" me lo sé de memoria, incluso las voces que no son la mía.
No tengo nada que objetar a la música, pero sí a la letra. Mejor dicho: al acoplamiento entre música y letra. Muchas veces se meten las sílabas con calzador y se trastoca el acento propio del texto en favor de la música; queda un poco "paleto", al menos desde un punto de vista moderno porque supongo que en la época era natural hacer así las cosas. Igual que algún siglo antes se recreaban con las "coloraturas", que dificultaban aún más la comprensión del texto.
En fin, algo que de oyente se te pasa por alto (entre otras cosas, por no saber italiano) cuando te lo tienes que aprender te llama la atención, con toda la fama y prestigio que tienen esas óperas de Verdi. Yo pensaba que estaban mejor hilvanadas.