Parece fácil lo de ordeñar a mano, pero no lo es, al menos hacerlo bien, que el animal quedara bien vacío y a gusto, así como cuidar del caldero, no fuera el rabo espantando las moscas y los tábanos o una coz, y la leche arramada por el suelo… ¡Menuda pérdida!
Comentarios
En Menéame siempre..
#0 Si no lo envía@JavierB errónea de libro.