Con contradicciones sobre cuerpos desnudos leídos como incitación sexual o pornografía y activismos artísticos Lgbtq+ silenciados, vuelve a instalarse en la frontera del contrato social la dicotomía entre libertad de expresión y censura en la geografía de redes sociales como Instagram, que se arrogan sin mediaciones ni regulaciones el poder para cancelar y autorizar contenidos, afectando en algunos casos un canal de difusión y subsistencia utilizado por artistas para dar a conocer su obra.
Comentarios
#3 es decir, te cabrea que nadie te invada
#4 sigue poniendo en mí lo que tú quieres que diga.
Personalmente, me parece hasta ofensivo la invasión de género y sexual que estamos viviendo a todos los niveles. El mensaje tendría que ser que a nadie le debe importar con quien se acuesta nadie en lugar de exaltar lo friki, que es en el punto que estamos. Dividir y dividir en lugar de normalizar. Asco de sociedad politizada me ha tocado.
#1 dudo mucho que te hayan invadido sexualmente
#2 Invasión metafórica en cuanto a contenido que me rodea. Se nos mete la política hasta en la médula espinal. Para ellos, menos seres humanos, somos de todo.