Publicado hace 7 años por NubisMusic a despuesdelhipopotamo.com

Una novela puede comenzar con las campanadas silenciosas de un reloj digital. “Era un día frío y radiante de abril y los relojes daban las trece”. Con el olor de un veneno. “Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados”. O con una presentación que es también una…

Comentarios

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Era de noche y sin embargo llovia....

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Era una noche de invierno, sin embargo brillaba el sol, y una manada de cerdos volaba de flor en flor....