Cada cierto tiempo los ministros de los 22 países que forman la agencia espacial europea (ESA) se reúnen para decidir si determinados proyectos espaciales viven o mueren. Al igual que cualquier otra agencia, la ESA desarrolla muchos proyectos al mismo tiempo, pero solo unos pocos pasan el corte final de ese jurado implacable que es el consejo de ministros. Como suele ser habitual el destino de muchas misiones tiene poco que ver con sus bondades científicas y mucho con los tejemanejes políticos entre bambalinas de los distintos gobiernos.
Comentarios
Proyectos aprobados:
* ExoMars 2020
* Space Rider 2021
* Prometheus
* ISS 2024
* EM-2 (módulo de servicio para la segunda misión de la nave Orión de la NASA)
Proyectos rechazados:
* AIM 2022 (sucesor de "Don Quijote")
* LISA 2029 (observatorio espacial de onda gravitatorias)
Cito la frase más esclarecedora del artículo:
"La cancelación de AIM ha sido justificada como un mal necesario para sacar adelante la misión ExoMars 2020, que se ha convertido en el equivalente de la ESA al telescopio James Webb de la NASA en términos presupuestarios."
Es tranquilizador que políticos corruptos e incultos decidan el futuro del programa espacial.
#1 A mí me tranquiliza más que si lo decidiesen un puñado de ejecutivos de multinacionales. Si los programas dependen del dinero público es normal que los políticos decidan.
#3 Ya mi más que si lo decidiese un grupo de presidiarios, pero no es el caso. La decisión espero que se tome con asesoramiento de científicos.
#7 El científico propone. El político dispone.
Dura realidad.
¿Ministros de qué? ¿De quién depende la investigación espacial? ¿Industria, ciencia...?
#4 Cada país envía como representante a quien quiera. Hay de todo, como en botica.
Cerrar proyectos representa algo más que cancelar los proyectos científicos y los medios ya gastados.
Son futuras pérdidas en desarrollo tecnológico, sería bueno comparar estos presupuestos con los completamente "necesarios" de muchos países véase: defensa y demás, consumismo toneladas de recursos en cuestiones con mucho menos sentido y generadas por la propia política y su confrontación entre estados.