Hace 5 años | Por --573015-- a elsaltodiario.com
Publicado hace 5 años por --573015-- a elsaltodiario.com

En la España post 98, hundida en lo moral y lo económico, y aislada de los cambios que están experimentando los países vecinos, las cupletistas y las bailarinas de estos salones son la única muestra de vida y alegría en un ambiente tosco y cerril. Con la dictadura de Primo de Rivera, el cuplé y los espectáculos frívolos rebajan a la fuerza la guasa y el picante. La influencia francesa y la picardía son sustituidas apresuradamente por la canción racial y el sentimentalismo.

Comentarios

D

Al principio, la cupletista era un reclamo sexual, de figura oronda; después, estilizada, según la evolución de los gustos y la demanda comercial. Interpretaba canciones pop y hacía monólogos con chistes verdes.
Las suripantas (así se llamaban estas cómicas de la compañía del tenor Francisco Arderius) son el precedente de la cupletista y de lo que pronto se conocería también como “género frívolo”.
Hoy son las forococheras.

ﻞαʋιҽɾαẞ

#1 Hoy sería una profesión prohibida.

D

#2 Por las y los que ya sabemos.

H

#2 No lo creo. No confundir puritanismo con cosificación machista .