A la hora de enseñar idiomas cada maestrillo tiene su librillo, y nunca mejor dicho. Existen muchos métodos de enseñanza distintos y tantos estilos como profesores.

Comentarios

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El punto 3 es discutible. Eso debe depender de las horas y días semanales de clase que se tengan y del contexto en el que se aprende el idioma.

No cabe duda de que lo que cuenta al final es el trabajo personal pero el trabajo personal “solo” viene si aprendes el idioma por decisión propia. Hacer deberes en un caso así no implica en absoluto aprendizaje.

Por otro lado si el profesor tiene la suerte de contar con más de 5 horas semanales repartidas en 4 o más días, no debería poner deberes obligatorios y hacer todo lo que opine imprescindible en la clase para asegurarse de que se todo se hace y se avanza.

Obviamente, el que espere aprender un idioma con cuatro horas de clase rapartidas en dos días a la semana, sin trabajar en casa, está flipando.

D

#1 Los deberes no dejan de ser un recordatorio para el trabajo que hay que hacer en casa. Si se limitan a repetir lo que ya se ha hecho en clase, son inútiles, pues se acabará olvidando igual. Los mejores deberes son esos que se van a usar en la siguiente clase para algo, como puede ser hacer una presentación o como base para un diálogo con un compañero.

Por supuesto que quién espere aprender un idioma sin echarle ilusión (y dedicación) no lo va a conseguir. Hay que trabajar duro. 努力は必ず報われる

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#2 Los deberes a veces vienen bien y a veces no. Repitan o no repitan. Como profesor hay que adecuarse a las circunstancias y tener en cuenta que no siempre es la mejor idea.

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