Ayer se publicó en el Huffington Post un artículo que criticaba o, para ser más exactos, ridiculizaba, la última campaña publicitaria de la marca española Kling. No solo atacaba las imágenes, sino que hacía lo propio con todo el equipo de había participado en ellas. Y lo hacía, además, en términos de confrontación machismo/feminismo, como si la lucha por la igualdad fuera algo de lo que pueden apropiarse solo unos pocos. Relacionada: La nueva campaña de KLING nos deja en bragas y tiradas en el descampado
Ahora si una persona es guapa, ya es un sacrilegio y debe taparse la cara o el cuerpo. Fuera de que me fastidie que se sólo se mire eso a veces, pero eso es otro tema.
En cualquier caso la campaña de Kling no es que sea de mis preferidas, precisamente...
Comentarios
Ahora si una persona es guapa, ya es un sacrilegio y debe taparse la cara o el cuerpo. Fuera de que me fastidie que se sólo se mire eso a veces, pero eso es otro tema.
En cualquier caso la campaña de Kling no es que sea de mis preferidas, precisamente...
Salu2
Defensa de la belleza y de los ingresos por publicidad, no?