Hay gente que acepta la posibilidad de estar equivocada, y es más, entienden que los otros también pueden equivocarse. La duda no tiene por qué ser tibieza ni falta de compromiso, si no un espacio fértil para pensar en común.
Lo malo es que quien duda o cambia de opinión, sobre todo en temas políticos, es tachado de poco coherente como mínimo (o de hijoputa , vendido o chaquetero en la mayoría de los casos). Hay que tenerlos bien puestos para admitir que te has equivocado y que el "contrario" tenía razón.
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Lo malo es que quien duda o cambia de opinión, sobre todo en temas políticos, es tachado de poco coherente como mínimo (o de hijoputa , vendido o chaquetero en la mayoría de los casos). Hay que tenerlos bien puestos para admitir que te has equivocado y que el "contrario" tenía razón.
#1 Si yo tengo la razón, "el contrario" no la tiene . Bajarse de ahí es jodido
Y luego está una amiga de mi madre de las Arenas. Sabe que está equivocada, pero no va a dar su brazo a torcer.