Hace 5 años | Por Atjomdesit a revistadistopia.com
Publicado hace 5 años por Atjomdesit a revistadistopia.com

A Garibaldi en Inglaterra no lo podían ni ver. El país con la Carta Magna más antigua, con las instituciones más cercanas a nuestra idea de democracia en una época en la que era poco menos que un experimento exótico, no podía soportar a un hombre que se arrojaba a sí mismo el término de “libertador”. No tuvo otra idea que la de irse allí a hablar en público de Grecia, de Schleswig-Holstein, denunciando cómo se estaban sustituyendo reinos despóticos por lo que él entendía que eran “parlamentarismos despóticos”.

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¿Tanto frio tienen?