Cada vez está más extendido el estudio del físico del músico, de las lesiones que padece y de cómo funciona su cuerpo cuando practica, estudia o actúa. Aún así, muchos músicos no se conciencian de lo importante que es su cuerpo en su profesión.El cuerpo es un instrumento más con el que contamos en nuestro desarrollo profesional. Tocar un instrumento o cantar es una actividad física, además de psíquica. Así pues, es muy importante cuidar y entender nuestro cuerpo para conseguir un desarrollo pleno y sano en nuestra carrera musical.
Comentarios
Los músicos son artistas, no deportistas, igual que el Messi es un deportista, pero no un artista----> errónea
Y tanto que es importante. Por ejemplo saber relajarte antes de tocar el piano. Algo que si no haces te impedirá no sólo tocar correctamente sino que te cansarás mucho antes. La postura es clave, el posicionamiento de los dedos en el teclado. Los brazos deben formar un ángulo de unos 90º y las manos no deben estar muy bajas sino como si cogiese un huevo o una manzana (no debes estar ni muy lejos del teclado, porque eso generará tensiones en la parte alta de los brazos o muy cerca, lo que generará tensiones en las muñecas. No en vano pueden producirse lesiones graves)
También relajar los músculos de la cara. Yo por ejemplo aún no controlo eso y es por mi mala "higiene postural" sigo apretando algo los dientes y hay que relajar la mandíbula para hacerlo bien. No en vano cuando empiezas al no tener velocidad de ejecución te cuesta mucho más relajar la mandíbula, porque te cuesta más tocar a velocidades altas. Es más en el tema de los arpegios sobre varias octavas. Aún no se como dan tocado algunos, con una sóla mano en todas las octavas. Y mi asignatura pendiente son los arpegios en las teclas negras o notas alteradas. Porque el posicionamiento de los dedos si no es el adecuado, símplemente no das tocado dichos arpegios.
Salu2
ser músico es mucho mas que eso, es un don que no depende del físico, otra cosa es el marketing o el vender un producto y sin don no hay nada, mira esta escena de la película de Mozart donde con su pinta y actitud desaliñada le da una lección a un estirado.