Vivimos en la era de la movilidad, y aunque muchas empresas no lo aprovechan plenamente, lo cierto es que cuando salimos de la oficina en muchos casos tenemos la posibilidad de seguir trabajando desde casa. En otros tenemos acceso al correo electrónico o simplemente son los clientes los que nos llaman. Por eso desconectar del trabajo al salir de la oficina, cada día una tarea más difícil.
Pues yo ni desconecto de mi vida personal cuando estoy en la oficina ni desconecto del trabajo cuando salgo. Tampoco es tan difícil, lo que pasa es que hay muchos que se la cogen con papel de fumar.
Eso de desconectar es una chorrada con todas las letras. Nadie puede desconectar ni tiene que hacerlo. Está muy extendido decir eso de viajo por desconectar, estoy cansado tengo que desconectar pero en realidad nuestro trabajo, nuestra familia y nuestro quehacer nos acompañan y no hay que olvidarse de ello. Por ello no se tiene que ser más infeliz si se sabe controlar. Ahora bien desconectar, desconectar... imposible.
Cierto lo de #11
Comentarios
Algunos desconectan del trabajo al entrar en la oficina.
#1 La realidad esta en el congreso , Pablo. Aqui tenemos el Frozen todo el dia.
#1 Al trabajo se viene desconectado de casa
¿Desconectar del tra... qué?
Como buen profesional de IT, soy de los que raramente conectan cuando están en la oficina, así que fuera de ella....
#8 Aquí otro que se dedica a los mismo y desconecto de todo lo que puedo y más. Es simplemente por salud mental.
yo en cuanto pongo un pie fuera de la oficina ni me acuerdo de mi nombre, asi que bien
#2 ¿Trabajas como catador de rones?
#4 nop, pero molaria
Pues yo ni desconecto de mi vida personal cuando estoy en la oficina ni desconecto del trabajo cuando salgo. Tampoco es tan difícil, lo que pasa es que hay muchos que se la cogen con papel de fumar.
Eso de desconectar es una chorrada con todas las letras. Nadie puede desconectar ni tiene que hacerlo. Está muy extendido decir eso de viajo por desconectar, estoy cansado tengo que desconectar pero en realidad nuestro trabajo, nuestra familia y nuestro quehacer nos acompañan y no hay que olvidarse de ello. Por ello no se tiene que ser más infeliz si se sabe controlar. Ahora bien desconectar, desconectar... imposible.
Cierto lo de #11
Lo malo al salir no es desconectar del trabajo, si no desconectar de menéame. Valga yo mismo como ejemplo.
¿Desconectar? Difícil cuando la oficina es el salón de tu casa...