El escritor Mario Amorós se documentaba para una biografía de Pablo Neruda cuando encontró una carta firmada por Miguel Hernández. Meses después, a este hallazgo se sumaron diez misivas más, todas inéditas, que el poeta envió al embajador chileno Germán Vergara Donoso desde las cárceles españolas. En estas cartas, Amorós, que ha publicado recientemente la biografía Neruda, príncipe de los poetas, se topó con "los años más terribles" de Miguel Hernández, los que vivió en "las cárceles franquistas" angustiado por la falta de libertad y ...
Comentarios
Franco estimulaba a nuestros poetas a concebir sus mejores obras. Sin Franco, no hay poesía.
#2 Sí, y además sabía como meterles prisa.
Pablo Neruda: "Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!"
http://www.erroreshistoricos.com/curiosidades-historicas/documentos-historicos/1268-palabras-de-pablo-neruda-a-miguel-hernandez.html
Vientos del Pueblo:
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas
#8 Manda huevos que se ventilaran al tipo que parió ésto en nombre de La Patria. Especacular el legado del poeta y de toda la generación del 27, y espeluznante el retraso cultural que trajo su olvido.
¿Con el correo retenido?
Aunque este poema fué escrita a su amigo muerto Ramón Sijé, cada palabra podría ser dedicada a su propia muerte.
Con la música de Serrat:
Todo un poeta! Ya quisieran muchos de los que ven publicadas sus obras a día de hoy, tener ni la mitad de calidad de la que poseía Miguel Hernandez.
Esto tiene un valor incalculable, que las estudien a fondo a ver si alguna de ellas es un black lotus.