Publicado hace 6 meses por Ratoncolorao a revistavanityfair.es

Al morir se le atribuyeron cinco novelas. Por entonces tan solo habían visto la luz Donde los ángeles no se aventuran, El más largo viaje, Una habitación con vistas, La mansión (título que se le dio originariamente en España a Howards End) y Pasaje a la India. No obstante, a esas cinco novelas se sumaría pocos meses después del fallecimiento de Forster una más: Maurice. Un libro que había sido escrito en 1914 y que, por deseo expreso del escritor, solo se pudo publicar póstumamente. La razón para esa espera la daba el propio Forster en una nota

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Esta confesión ponía de manifiesto el sufrimiento con el que Forster vivió su condición de homosexual en un país en el que, hasta los primeros años 80, las relaciones entre adultos del mismo sexo no eran completamente legales. Una prohibición que, además de acabar con la reputación de cualquier ciudadano, podía provocar su confinamiento, tal y como había sucedido con Oscar Wilde unos años antes.

Lees esto y se te cae el alma a los pies al pensar que en el siglo XXI hay países donde esto sigue vigente.