Para empezar, quiero dejar claro que este texto no está escrito con el afán de molestar a los taurinos (como creen del movimiento animalista), sino sólo para informar y demostrar científicamente que no hay argumento válido para defender este espectáculo de sufrimiento y maltrato de un ser inocente. No obstante, si eres taurino puedes seguir leyendo, quizás cambies tu opinión (o eso espero).
Recuerdo cuando hace años creí haber encontrado mi media naranja, la mujer perfecta. Pero cuando ella me dijo que le gustaban los toros, es casi como si me hubiera dicho que le gusta la tortilla de patatas sin cebolla.
Fue como un jarro de agua fría, me desenamoré al instante.
Comentarios
Recuerdo cuando hace años creí haber encontrado mi media naranja, la mujer perfecta. Pero cuando ella me dijo que le gustaban los toros, es casi como si me hubiera dicho que le gusta la tortilla de patatas sin cebolla.
Fue como un jarro de agua fría, me desenamoré al instante.