Hace 6 años | Por charly-0711 a xataka.com
Publicado hace 6 años por charly-0711 a xataka.com

Un joven inglés pasea por el Zoo de Londres. Por el terrario de las víboras cornudas. De repente, una víbora se tira a por él y él, pese a que es plenamente consciente de que hay un cristal entre él y la serpiente, no puede evitar echarse para atrás defendiéndose del ataque. El joven se llamaba Charles Darwin y en 1872 usó está anécdota para ilustrar su idea de que había miedos innatos e irrefrenables.