Hace 7 años | Por fofito a nationalgeographic.com.es
Publicado hace 7 años por fofito a nationalgeographic.com.es

Estoy en el inframundo, entre tinieblas, a orillas de un lago negro. Pequeñas gotas de agua orlan la húmeda bóveda de piedra, para luego desaparecer en las profundidades con un constante y siniestro repiqueteo. Me encuentro a unos 800 metros de la entrada a la cueva de Alepotripa, que he dejado atrás después de recorrer un tortuoso sendero que atraviesa una caverna de 60 metros de altura con pasadizos abiertos en la piedra y ennegrecidos por el humo de fuegos inmemoriales.