Hace 8 años | Por --432809-- a theguardian.com
Publicado hace 8 años por --432809-- a theguardian.com

Un torrente de madera ilegal por valor de millones de dólares está fluyendo cada año a través de la frontera de Birmania con China conforme las madereras ilegales van penetrando más y más profundamente en sus bosques. En el año 2006 ya obligaron a China a suspender sus importaciones de madera para no destruir la biodiversidad de los bosques birmanos, pero diez años más tarde volvemos a estar en la misma situación. Si esta tendencia continúa en una década se habrán talado todos los palisandros y tecas de Birmania.

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Los países pobres y dictaduras suelen ser presa fácil para la explotación forestal ilegal.