La justicia franquista lo condenó dos veces a muerte. La primera le acusaron de asesinar a tres personas. Por ese mismo delito también fueron condenados otros miembros de las J.S.U., práctica habitual durante la represión. La segunda condena a muerte fue por la publicación, artesana, de "Juventud": unas cuartillas con distintas letras, dibujos y mensajes de apoyo al movimiento de las Juventudes Socialistas Unificadas que en 1943 confeccionaron varios presos del penal de Porlier (Madrid).
Comentarios
Que tristeza mas profunda causa ver esas cuartillas confeccionadas a mano desde una carcel, sin medios, solo con idealismo y que supusieron una condena de 60 años de carcel. Lastima de generación perdida.