Hace 5 años | Por ailian a elespanol.com
Publicado hace 5 años por ailian a elespanol.com

Dorothea Tanning creía, como Montaigne, que “es difícil ser siempre la misma persona”, por eso recurrió al surrealismo y luego a la abstracción para desdoblarse a sus anchas. No le bastaba su propia camisa de cuadros, sus cabellos recogidos en media cola, ni tan siquiera su propio amor, el pintor Max Ernst; así que creó un juego de puertas y espejos por donde huir al otro lado, a ese campo donde todo es símbolo, sueño y deseo. Un lugar donde exfoliarse los miedos y pensar con libertad.