El nuevo propietario se llamaba Isidoro Marín y respondía al sobrenombre de «Doro». Nada más llegar, invirtió en el estadio, que pasaría a llamarse Doro Stadium. Marín no era un desconocido entre sus paisanos. A sus espaldas contaba con una carrera delictiva precoz, ya que debutó muy joven con un delito contra el patrimonio, al que siguieron numerosas visitas al juzgado y estadías en prisión por delitos contra la salud pública, fundamentalmente relacionados con plantaciones de marihuana. Luego vino el reguetón, contrató estrellas...
Comentarios
Antes que él fue Sito Miñanco con el Cambados: https://www.elespanol.com/reportajes/20180210/cambados-narcoequipo-pagaba-sito-minanco-llego-bernabeu/283722670_0.amp.html