El problema es que de esa forma no todo el mundo puede tener acceso a la información científica porque no todo el mundo puede permitirse pagar los precios de las suscripciones a las revistas de alto nivel. Hay instituciones científicas que, por esa razón, han debido anular suscripciones a ciertos medios. Como la mayor parte de la investigación cuyos resultados se publican en esas revistas se ha financiado con cargo a fondos públicos, se da la paradoja de que la ciudadanía ha de pagar por partida doble...
Comentarios
El conocimiento científico es riqueza, una riqueza gigantesca, mucho más valioso que el oro. El compartir y divulgar el conocimiento científico produce todavía mucho más riqueza, pues al compartirse, otros pueden trabajar sobre ello y descubrir más cosas, nuevo conocimiento, aplicaciones, etc, o incluso refutarlo, todo ello generando cada vez más riqueza más avances de una manera exponencial.
Algo sumamente absurdo e irracional es el sistema de publicación actual (en las revistas especializadas) que luego hay que pagar por los artículos científicos durante años para tener acceso a él. Eso es una restricción muy grande a los avances.
Si seguimos las reglas usadas para las patentes, donde no se puede patentar algo conocido y público, el conocimiento científico no debería poder restringirse una vez conocido, es decir, en lo que el científico presenta su trabajo (incluso lo hace antes de publicarlo en una revista).
Por último, las revistas científicas no son el medio idóneo ni para publicar, ni para almacenar, ni para buscar y consultar el conocimiento científico. Hoy tenemos bases de datos, buscadores, formas de desplegar la información avanzadas, inteligencia de negocios, minería de datos, etc, y ésos serían los medios adecuados para almacenarlos, procesarlos y consultarlos, para que todo el que quiera buscar algo lo encuentre, para que todo el que quiera encontrar relaciones las encuentre. ¿Qué lugares existen para hacer todo esto último? Lo desconozco.