La historia no siempre avanza como creemos. No es una línea recta ni un relato ordenado, es más bien una acumulación de escombros, un montón de ruinas dispersas donde las fechas se mezclan, los nombres se olvidan y los mapas cambian de manos sin pedir permiso. En la península ibérica, donde cada piedra parece tener siglos de memoria, los fragmentos de ese pasado a menudo se presentan como certezas inamovibles, pero no lo son. Lo que hoy damos por sentado, lo que imaginamos eterno, no siempre estuvo ahí.
|
etiquetas: península ibérica , historia