Hace 1 año | Por tiopio a elnacional.cat
Publicado hace 1 año por tiopio a elnacional.cat

Pasada la primera gran etapa de represión, las autoridades todavía encontraron otro uso para este espacio, el de devenir un centro de clasificación de indigentes que a principios de los años 50 empieza a ser utilizado para retener y clasificar inmigrantes de toda España para ser devueltos a su lugar de origen. Es en esta etapa cuando el Palacio de las Misiones se convierte un auténtico CIE 'avant la lettre'. El franquismo no dudó en deportar a ciudadanos españoles, en una muestra de su incapacidad para asumir y ordenar el gran alud migratorio…

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Así las cosas, a finales de 1952 el Gobernador Civil de Barcelona, Felipe Acedo Colunga, emite una circular por la cual, con la excusa de hacer frente al "complejo problema de la vivienda" –eufemismo del fenómeno del chabolismo–, manda a alcaldes y jefes policiales a "impedir en lo sucesivo la entrada y subsiguiente permanencia en sus respectivos términos municipales de aquellas personas que por no tener domicilio tuvieren que recurrir a la 'vivienda no autorizada' debiéndolos remitir a este Gobierno civil para su evacuación por el Servicio que se encuentra en este efecto establecido".

Siguiendo estas órdenes, la policía tenía vía libre para presentarse en las estaciones de tren, en especial la de França, para interrogar a todos los viajeros de los trenes que llegaban de todo el Estado, especialmente del célebre Sevillano, que llevó miles de inmigrantes andaluces hacia Catalunya.

Aunque los viajeros mejor informados ya habían tomado la precaución de bajar antes del tren y no esperar a la estación término, las detenciones en la misma estación eran habituales entre aquellas personas que no podían demostrar que tuvieran oficio ni beneficio, y sobre todo no tenían vivienda en Catalunya. Los detenidos eran conducidos al Palacio de las Misiones y, los que no eran reclamados por familiares u otras personas que garantizaran trabajo y vivienda, eran finalmente devueltos a sus pueblos de origen en varios trenes preparados a tal efecto. Una vez de retorno al pueblo, a menudo los deportados volvían a probar suerte en otro Sevillano.

Al menos quince mil deportados
Ante de los centenares de miles de personas llegadas a Catalunya durante la gran ola migratoria de los años cincuenta y sesenta, los detenidos y finalmente deportados fueron una parte mínima difícil de cuantificar. Con todo, una cifra aproximada es la de 15.000 personas, según los cálculos elaborados por Imma Boj en la ponencia '"El Pabellón de las misiones: la represión de la inmigración en la Catalunya franquista", dada a conocer en el 4º Congreso sobre la inmigración en España y celebrado en Girona el año 2004.

Al no haber registro de las personas devueltas, la cifra de 15.000 deportados proviene de calcular los gastos de las 230 expediciones –trenes específicos de retorno de inmigrantes– documentadas entre abril de 1952 y diciembre de 1957. Como las autoridades pagaban el viaje de retorno con una bonificación del 50 por ciento, el estudio hace una estimación del precio medio de cada desplazamiento a partir del cual se llega a la cifra de 15.000 personas.

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#1 Hay Tiopio, hay meneo

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Franco 24/7.