Publicado hace 1 año por remontanim a cronicaglobal.elespanol.com

Frente al tono viejuno y un pelín rancio que detectábamos en el humor de la revista TBO, los críos de mi generación encontramos un ameno refugio en los comics de la editorial Bruguera, casa madre de personajes tan carismáticos como Carpanta (1947) y Zipi y Zape (1948), ambos creados por José Escobar, El repórter Tribulete (1947), de Cifré (cuyo hijo Guillem, muerto antes de tiempo, fue uno de los autores más interesantes del tebeo alternativo español a partir de los años 80), La familia Cebolleta (1951), del inefable Manuel Vázquez, o Mortadelo

Comentarios

imagosg

El gran Ibáñez es una leyenda viviente, el mayor influencer de los 70, un maestro del humor.
Deberíamos agradecérselo en vida, y no esperar a homenajes póstumos...

b

#5 ¡ Te voy a dar homenaje! ¡ Te voy a dar! ( mientras te persigo con una ak-47, corriendo y dando saltitos)

Krapp

Nuestra infancia estuvo poblada por esos mamelucos ,pero quizás los clásicos de Ibáñez, Escobar o Vázquez nos han hecho olvidar las historias de Segura, Conti, Nené Estivill o del extraño Martz Schmidt.

D

#7 Grandísimos Tranqui y Tronco, el Dr. Pacostein, Los Xunguis...

Jesulisto

Es cierto, desde bien pequeño me parecía tan viejuno el TBO, no me explicaba como a los más mayores les gustaban esos dibujos tan rancios.

D

#6 La época moderna del TBO de los 90 era algo que superaba al humor medio de Bruguera.

D

Centollo malabar! mameluco!

KevinCarter

#1 ¡Gaznapiro!

Donde este un youtuber de esos que mandan fotopollas y hacen audiencias en base a bromas pesadas que se quiten estos libros antiguos pintarrajeados.

/IA intentando emular un comentario de cualquier imbécil de los de ahora.

s

Echo en falta a Sir Tim O'theo en el articulo