Hace 9 años | Por Niano a hipersonica.com
Publicado hace 9 años por Niano a hipersonica.com

En 1960 España volvía a ser moderna, un país situado a la vanguardia. Con un caudillo enano, de bigote irrisorio y de amplia frente. Mientras a él le endiosaban las pinturas horteras y grandilocuentes de Arturo Reque, en Nueva York descubrían el legado del folclore español a través de trompetas, contrabajos y pianos que cambiarían el Jazz.