Hoy celebramos San Valentín como patrón de los enamorados, pero durante siglos los europeos apelaron a su ayuda como protector de los epilépticos. En su tratado La enfermedad sagrada, Hipócrates había intentado eliminar el aura sobrenatural de la enfermedad (que recibía los apelativos de sagrada, divina, o enfermedad de la caída), escribiendo que la epilepsia no tenía un origen ni más ni menos divino que el resto de enfermedades, y por lo tanto debíamos buscar sus causas orgánicas.
Comentarios
#0 Hubo un tal Thomas Willis allá por el siglo XVII que se dedicaba, en su tiempo libre que era poco, a himbestigar sobre la anatomía del cerebro...un buen día se dijo...¡hoztia! que a esto que llaman enfermedad sagrada tiene toda la pinta de ser producto de reaciones químicas...y desde entonces hasta aquí hemos llegado.
Serendipia
...putos MIR troleando a estas horas: ERG drag queen, con convulsiones y vomitos de líquido blanco bucales, con tatuaje en el húmero: "soy epiléptica"...¿qué hacemos?
- Si está buena que la suban a paritorio.