Publicado hace 10 días por japego a historia.nationalgeographic.com.es

En 1908, el eminente egiptólogo británico sir William Flinders Petrie descubrió en la necrópolis tebana de Gurna la tumba inalterada de una mujer y un niño pequeño, de la dinastía XVII, que posiblemente fueron miembros de la familia real de Tebas. Su rico ajuar funerario, y algunas de sus características, muy relacionadas con la lejana Nubia, podrían cambiar lo que hasta ahora se pensaba sobre la diplomacia en este período de la historia egipcia.