Hace 4 años | Por --507437-- a elpais.com
Publicado hace 4 años por --507437-- a elpais.com

En 1951, el reconocido psicólogo estadounidense Solomon Asch fue a un instituto para realizar una prueba de visión. Al menos eso es lo que les dijo a los 123 jóvenes voluntarios que participaron –sin saberlo– en un experimento sobre la conducta humana en un entorno social. La conclusión es unánime: estamos mucho más condicionados de lo que creemos. Para muchos, la presión de la sociedad sigue siendo un obstáculo insalvable.

Comentarios

arturios

Magnífico artículo, toma un experimento y el autor se inventa lo que le sale de los güevos, bravo!!

(joder, que día)

D

#1 he pensado lo mismo.
Según acabó de describir el experimento, dejé de leer, no te digo más.

D

#0 Dupe: La envidia y el síndrome de Solomon

Hace 11 años | Por JefeBromden a elpais.com


Y además es exactamente el mismo artículo, ni siquiera es un artículo con más o menos parecido sobre el mismo tema...

m

Respecto de la envidia me gustaría comentar algo:
Detrás de este tipo de conductas se esconde un virus tan escurridizo como letal, que no solo nos enferma, sino que paraliza el progreso de la sociedad: la envidia. La Real Academia Española define esta emoción como “deseo de algo que no se posee”, lo que provoca “tristeza o desdicha al observar el bien ajeno”. La envidia surge cuando nos comparamos con otra persona y concluimos que tiene algo que nosotros anhelamos. Es decir, que nos lleva a poner el foco en nuestras carencias, las cuales se acentúan en la medida en que pensamos en ellas. Así es como se crea el complejo de inferioridad; de pronto sentimos que somos menos porque otros tienen más.

La envidia no tiene por qué ser negativa, puede serlo, ó no. La envidia nos puede impulsara igualarnos a otras personas a base de casuarlas daño, o bien a base de añadir a nuestra vida lo que tienen otras personas y nosotros carecemos.

Si se hace lo segundo no puede decirse que la envidia haya sido negativa.

El problema está en que algunas cosas se pueden arreglar más fácil que otras, por ejemplo, algunas cirugías estéticas son caras. Además hay cosas que todavía no se sabe bien cómo mejorar de forma drástica, como la neurocinética, la capacidad para realizar cosas de forma habilidosa... esto último os lo aseguro, porque de pequeño estuve practicando la flauta dulce bastante y mi progreso fue nulo o casi.