Publicado hace 6 años por doctoragridulce a revistaparaleer.com

Siglo tras siglo, la ficción nos ha acostumbrado a una forma de leer decente que no incomoda al lector que no gusta de mancharse o sentirse violento. Saber que todo es mentira ofrece una seguridad infantil tanto al escritor como al lector, que acuerdan que todo aquello es un juego del que pueden salir si las cosas se ponen complicadas (...) Sin embargo, cuando el lector se enfrenta a un personaje que sabe que existe y a unos hechos que se pueden contrastar con una búsqueda en Google, no se puede parapetar en la decencia.

Comentarios

MJDeLarra

Kgvhdhbcihfhvxhk