Hace 3 años | Por candonga1 a dw.com
Publicado hace 3 años por candonga1 a dw.com

Con tan solo un pequeño paseo por Windhoek, la capital de Namibia, Naita Hishoono ve las consecuencias del colonialismo alemán: nombres de las calles, negocios alemanes, una iglesia cristiana erigida durante el colonialismo… Y, bajo la superficie, invisible, pero presente, el genocidio cometido por los alemanes contra los herero y los nama. Todos en Namibia conocen este oscuro episodio de la historia.