Hace 1 año | Por dmeijide a propublica.org
Publicado hace 1 año por dmeijide a propublica.org

Henry Sáenz recuerda cuando se enteró de lo que la más mínima cantidad de amianto podía hacer a su cuerpo. Trabajaba en una planta química donde los empleados utilizaban el mineral para fabricar cloro, y sus compañeros le advirtieron de lo que podía ocurrir cada vez que respiraba: Pequeñas fibras, invisibles a los ojos, podían entrar por la nariz y la boca e instalarse en los pulmones, el abdomen y el revestimiento del corazón. Podrían permanecer allí durante décadas. Entonces, un día, podría desarrollar asbestosis, una enfermedad crónica que e

Comentarios

MiguelDeUnamano

Para luchar contra la propuesta de prohibición, las empresas químicas han retomado una estrategia muy utilizada y han reunido a pesos pesados de la política, como los fiscales generales de 12 estados liderados por los republicanos, que afirman que la prohibición supondría una "carga pesada e irrazonable" para la industria.


#0 Justo acababa de traducirla para menearla cuando he visto que te has adelantado por 2 minutos.

dmeijide

#1 Sorry!

Verdaderofalso

El país del neoliberalismo, y si enferman, el que tenga un buen seguro médico tendrá una ligera oportunidad de sobrevivir

a

#3 Pues lo mismo a lo que vamos en Europa, la presion cultural de USA es extrema especialmente en las nuevas generaciones.
Le preguntas a cualquier persona joven y muchas te dirán que si has aceptado eso en el contrato o los términos de uso, pues que hay que aguantarse.
Alguien debería explicarle a la juventud que hay cosas que están por encima de lo que firmes en un contrato, como leyes de protección al trabajador o consumidor y en última instancia los derechos humanos.