El 15 de agosto de 1575 moría en el madrileño Hospital de La Latina Diego Hurtado de Mendoza, poeta y diplomático al que algunos -con bastante controversia al respecto- consideran autor encubierto del Lazarillo de Tormes. Nacido en Granada en una fecha incierta entre 1503 y 1504, era de familia noble: hijo del conde de Tendilla, capitán general del Reino de Granada (por lo que la familia vivía en La Alhambra) y de la marquesa de Villena, y hermano de María Pacheco, posteriormente esposa del líder comunero Francisco (...)
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La idea de que habría sido el autor del Lazarillo procede del bibliógrafo Valerio Andrés Taxandro, que supuso que Diego Hurtado lo habría escrito siendo joven en Salamanca, y de ahí en adelante se dio por buena la idea durante algo más de 250 años.
Más recientemente Mercedes Agulló secundó esa propuesta de autoría ya que entre el inventario de bienes de Juan López de Velasco, que poseía algunos papeles de Diego Hurtado de Mendoza, consta un "borrador de correcciones de Lazarillo y Propaladia". Esta prueba es terriblenente endeble, puesto que no se acredita que ese legajo corresponda a los conjuntos documentales de Hurtado. Además, el hecho de que es "Lazarillo y Propaladia" indica de forma clara que es el borrador para la imprenta de la edición hecha por López de Velasco en 1573 de la Propaladia de Torres Naharro junto con el Lazarillo "castigado", o sea la versión aprobada con censura inquisitorial eliminando las cosas "contrarias a doctrina y buenas costumbres".
Que bien le quedaba la barba a Hurtado de joven.