Al comprender que no siempre podemos ejercer nuestra libertad en el terreno exterior, en el mundo de los hechos, el estoicismo defiende la existencia de una vía interior que, en contraste con aquella externa, puede conducirnos a la única libertad que merece tal nombre: la independencia frente a los avatares que debemos arrostrar. La tarea de la filosofía, en este sentido, no ha de ceñirse a la construcción de una doctrina, sino que debe fijar su atención en construir una fortaleza interior que nos proteja ante las miserias de la vida.
|
etiquetas: estoicismo , epicteto , búsqueda , libertad , filosofía