Publicado hace 2 años por Vendemotos a historia.nationalgeographic.com.es

Tras años de seguir la pista a una familia de saqueadores de tumbas, los Abd el Rassul, que llevaban mucho tiempo saturando el mercado negro de antigüedades con una ingente cantidad de obras de arte faraónicas de procedencia incierta, en 1881, Gaston Maspero, por entonces Director del Servicio de Antigüedades de Egipto, y su ayudante alemán, Emile Brugsch, lograron llegar a un acuerdo con la familia de ladrones para que les revelaran el paradero de su, al parecer, inagotable fuente de ingresos.

Comentarios

oso_barboso_

Muy bonito "Casi todas las momias estaban cubiertas con guirnaldas secas (aunque no todas tan bien conservadas como la de Amenhotep I) y lotos marchitos que habían permanecido intactos durante miles de años, y no había mejor forma de comprender la suspensión del tiempo y el freno a la descomposición que ver esas flores inmortales sobre los cuerpos eternizados. Es la imagen de un sueño interminable".

D

"El agente de aduanas encargado de cobrar los impuestos a todos los artículos que llegaban a El Cairo inscribió a las momias como farseekh, pescado seco, ya que no tenía ni idea de cómo clasificarlas"
Del viaje del brazo incorrupto de Santa Teresa a Nueva York dicen lo mismo, a lo mejor la anécdota por repetida es falsa o es que realmente se clasifican las momias como "salazones y pesca salada" en aduanas