Aunque con los mismos rasgos generales, nuestros rostros difieren anatómicamente de los de otros homínidos ya extintos, como los neandertales, y de nuestros parientes vivos más cercanos: los bonobos y los chimpancés. Los resultados de este estudio sugieren que nuestras caras han evolucionado no solo en respuesta a factores como la dieta y el clima, sino también para brindar más oportunidades para la comunicación gestual y no verbal, habilidades esenciales para construir las amplias redes sociales que nos han permitido sobrevivir.
Comentarios
La nariz prominente y la boca más chata fue un factor crucial que separó a los capaces de los no capaces de estar una hora haciendo un cunnilingus. Os mostraría mi erudición con otros ejemplos como los dientes más pequeños de las mujeres, los pulgares oponibles para mejor masturbación, manos pequeñas y menos peludas para que el fistfucking no fuese letal.... voy a dejar que penséis detenidamente sobre la profundidad de estas teorías evolutivas por vosotros mismos.