15 de enero en la Antártida. Pleno verano con -42ºC, en las mismas latitudes donde dentro de unos meses esta media bajará a -72ºC. Hoy, una tienda de campaña roja rompe la uniformidad blanca. Dentro duerme un hombre, completamente solo en uno de los puntos más inaccesibles del planeta. Ha venido andando desde el otro extremo del continente. Se llama Henry Worsley.
Comentarios
Murió tras hacer lo que más le gustaba en la vida: el gilipollas.
Cosa que su idolatrado Shackleton evitaba muy mucho, como bien explica el artículo.
Hay que decir en su favor que este no era tan sumamente imbécil como Christopher McCandless, el de "Into the wild".
D.E.P.
muy buena lectura de mañana
Aprovecho para recordar esta canción de Mecano basada en una historia real:
No me hagas el spoiler en el título, joder! Es que ya ni entro.
Los ingleses deberían empezar a pillar que no es sano para su salud competir con los noruegos en la Antártida.